jueves, 17 de junio de 2010

Cuando mi ser.


Para cuando muera mi voz,
para cuando mis zapatos,
no sean más que la viva imagen,
de un hombre que,
incesante investigó,
durante primaveras y caricias de tiempo,
durante sauces y olmos,
puentes graves, y pozos hondos,
el ombligo del suspiro,o la bocanada idonea,
armoniosa del ser en compañia.
Quiero decir que,
cuando mi voz tan solo sea el eco de la sombra,
y mis manos,que en este momento,
inmortalizan el pensamiento...
Mi cuerpo vagará por los siglos de los siglos,
con silueta de polvo,
dejando huellas de silencio.
Sin embargo,estas aferradas palabras,
de raíces eternas,de voluntad viva,
caudalosa y libre,
como buen libro a de ser,o como es un ave,
daran fe,de que soy hombre,existo,
y me llamo Rubén González.


Rubén G.Barreiro

miércoles, 16 de junio de 2010

Pasaron muchos mares


Burlona dama,dama de vestiditos cortos,
de perspicaz mirada.
Que todos los marineritos,
de un océano a otro te aclaman,
del inglés al francés,de cabeza a pies,
del vino al agua.
Tu,que de sobra sabes que sonrisas de plata,
son apocalipsis de razones,
por eso vagas de una cama a otra cama,
mientras robas sin,
o conrazones.
Sigilosa,pero no inmóvil,
como viento que no rumorea vendaval,
dama que se extiende de puerto a puerto,
de cuerpo a cuerpo,
hermosa luz que viene,que va...
Pero que son si no mis palabras,
más que una reverencia impregnada en soledad,
a la dama que sueño en tierra esperando,
desde aqui,desde el mar.

Rubén G.Barreiro

lunes, 14 de junio de 2010

A orillas del Duero


Tanta franca mentira,repleta de escasez,
tanto alarido descaradamente mudo,
que me atrevo a decir que al agua provoca la sed,
o al vestir,incluso, un desnudo.
Tanta ansia de mañana,que será la de ayer
y el estar se volverá un estuvo,
cuando no haya más camino bajo los pies
del caminante que mucho anduvo.
Cuellos milenarios,cuellos casi sin nuez,
y manos de limonero que ya no suelta frutos;
Para levantarse se dice que es necesario caer,
Pues para aprender,necesario es caerse mucho.


Rubén G.Barreiro

En mis noches de otoño


Siento pasión,pasión por aquellos pasos,
que hoy proclamo como pasado del verbo caminar.
Me acomodo en esta noche de eterno otoño,
donde viejas hojas asoman de las ramas de mis años.
¡Y justo hoy las tengo que recordar!
¡Hoy que los árboles tienen el torso firme,
y pajarillos en los brazos que no ceden al cantar!
Tierra,cuanto yo daría por ser cielo,
o un acaramelado anelo en las pestañas de la mar,
cuanto por ser viento,interrumpiendo sufrido silencio,
o tan solo ser tiempo,
para sólo poder parar.

Rubén G.Barreiro

domingo, 13 de junio de 2010

Sin adiós


Qué distinto el amor es junto al mar
que en mi tierra nativa, cautiva, a la que siempre
cantaré,
a la orilla del temple de sus ríos,
con su inocencia y su clarividencia,
con esa compañía que estremece,
viendo caer la verdadera lágrima
del cielo
cuando la noche es larga
y el alba es clara.

Nunca sé por qué siento
compañero a mi cuerpo, que es augurio y refugio.
Y ahora, frente al mar,
qué urdimbre la del trigo,
la del oleaje,
qué hilatura, qué plena cosecha
encajan, sueldan, curvan
mi amor.

El movimiento curvo de las olas,
por la mañana ,
tan distinto al nocturno,
tan semejante al de los sembrados,
se va entrando en
el rumor misterioso de tu cuerpo,
hoy que hay mareas vivas
y el amor está gris perla, casi mate,
como el color del álamo en octubre.

El soñar es sencillo, pero no el contemplar.
Y ahora, al amanecer, cuando conviene
saber y obrar,
cómo suena contigo esta desnuda costa.

Cuando el amor y el mar
son una sola marejada, sin que el viento nordeste
pueda romper este recogimiento,
esta semilla sobrecogedora,
esta tierra, este agua
aquí, en el puerto,
donde ya no hay adiós, sino ancla pura.

Claudio Rodriguez

viernes, 11 de junio de 2010

A flor de piel


A flor de piel,
amor de quien en la boca del que mucho muerde
y sin embargo miel.
Dulce espino que transcurre muriendo tan relativo,
pues su onda traviesa a menudo jóven vibra madrugadora,
devolviéndole al corazón vivo pura musicalidad en las olas,
con las olas puestas en los oídos.
Aunque ocasionalmente desafinen sus sonidos,
a petición maleducada de mi dignidad:
Que el propio alma se niega en la ribera de unos senos,
en la sonrisa de una falda,
tras las heridas del amar.

Rubén G.Barreiro

jueves, 10 de junio de 2010

No es tan simple


El odio tan solo es un amor incomprendido,
el rosa un rojo que estuvo llorando
y un bolsillo lo que llevas.
¿Que significa negro sin blanco,
superficie sin fondo
o fugaz sin estrella?
Lo que viene,de algún lugar se fue alguien dijo,
un ave de una copa a otra vino,
y ese vino que no fabricaron mis pies,amigo.


Rubén G.Barreiro