lunes, 9 de diciembre de 2013

Dopamina


Tan solo soy un hombre amándote.
Y eso,no es nada.
Nunca seré una bocanada de aire,
ni ese rayo de luz pálida que se acomoda
sobre las dunas de tu espalda,
cuando el cielo parece casi mar.
Ni si quiera seré una gota de agua,
acariciando una esquina de tu boca,
o el tibio viento,
que juega a tirar de tu cabello con dulzura.
Con esto,quiero explicar
que estoy dispuesto a ser un hombre.
Es decir:
A pasar por tu vida siendo solamente y tanto
parte de ella,
asumiendo que jamás mi mano te llenará de vida,
que mi saliva no podrá curarte del paso del tiempo,
que las rosas no solo florecen por ti.
Los segunderos de los relojes
nos moldearán curvos y pálidos,
cuando mis ojos ya tímidos de fuego,
se atrevan a llorar poco más que ceniza.
Entonces,lo único jóven,
lo único eterno será el amor que siempre juré.
Lo perpetuo de un alma.
La hiel de amarte con adiós.
Tan solo soy un hombre amándote.
Y eso,
no es nada...

Rubén G.Barreiro