Por aquel entonces
verdosa se dejaba ver entre los rayos
de luz
seduciendo al incrédulo.
Con nombre de mujer,
entre los boscosos paisajes de un mes de mayo.
Hipnotizante,entre deseos frágiles similar al péndulo.
Cansado,
comido de ganas de comer
que incluso agradecido me sentí
de pensar en tener que hechar a perder.
Ni la desesperación de esperar mientras muero
maquillan los bordes de su existir.
Mi biografía,la de cenicero.
Recuerdos de no estar aquí.
Rubén G.Barreiro
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