lunes, 1 de marzo de 2010

3 : 20


Las nubes rugían como el hambre
pero tímidas a la vez,
similar al sonido del agua
sobre el papel,
y el frío casi dentro de las estrellas
transformaba los rayos de luz
en agujas de hielo.
Muy a lo lejos,allá donde duermen
las vagas memorias,
donde el día se junta con la noche
y el eco de la moneda es el mismo
que el del plomo,
nace y muere mi palabra,
batiendo las alas bajo un cielo turbio,revuelto...
Que me lleva a la vida,
a recorrer un sol ruidoso
y a mecerme en otra luna inquietante

No hay comentarios:

Publicar un comentario