Latidos

Tan solo soy la suma de mis horas latidas,
y sigo siendo,conforme este hilo de tinta
dibuja olas sobre el mar de papel.
Soy el alma que se alimenta de cinco sentidos,
de todo aquello tan cargado de propia vida,
que ni la palabra hecha carne podría definir.
Soy la manera en la que amo,soy en ti si me dueles,
tu fiel hogar,tu ropa seca en la tormenta,tu compañero.
Soy tus labios si están en los mios,
sonrisa que proyecta tu sonrisa,llanto que proyecta tu llanto,
poesía que acecha en la orilla.
Y es que tan solo soy la suma de mis horas latidas,
y sigo siendo,conforme el latido lleve tu nombre.

Rubén G.Barreiro

Eterno

Transcurrir paz,
como el suave contoneo del cristalino caudal sin trampa,
sin culpa.
Respirar inocencia,lavar en parte lo vivido.
Purificar áridas y ásperas atmósferas.
Ser con mi espíritu,infranqueable en burbujas de niebla.
Disipar mala hierba y temor, escuchar la mística,
tan eterna como la nada incitando al raudo escalofrio.
 Pintar palabras,desnudarse la vida.
Amarse locamente cuerdos...
Que mi sentir,ni otras mil vidas lo definan suyo.
 Agradecer a esta miga de tierra el terso y tendido viento,
 la luz que señala con el dedo, que endulza los feroces laberintos a mi alma.
Crecer vertical como hiedra, plasmar firme estancia como piedra dura y mate,
 acunada por infinitos soles,lunas y cielos.
Ser de tacto jóven, de inocente azul como un parto.
 Doler como el amor del más visceral beso.
Galopar por llanuras de crestas de algodón y pico,
tan viejos,a su vez tan de una madre.
Que el mar ruja en lo más oscuro de mis entrañas
y los cabellos de sol limen los tenues abismos
que en mi incertidumbre habitan.


 Rubén G.Barreiro

.

Dame un segundo primero
y dejate aclararme.

Minuto a eterno

Aquella tinta no fue eterna
¿Hasta dónde un río calla,
o expande su propio nombre?
Cuando aun más naturaleza sea
sabré,cuando huellas solo sean
lo que un hombre fue.
Incesante búsqueda de lo eterno,
que cautiva con la música
de sus vientos,con silenciosa,
leve quietud.
Quisiera que verdad,una sola
hubiera,quizá con pequeña boca,
conforme y a tientas,
cuando la duda eclipsa la razón
de mi existir.
Un charco será lo que llovimos,
y eso es demasiado:Eco por siempre,
polvo en la sombra,
onda que firme escapa...

Rubén G.Barreiro

.

Sentado junto a mi asombro,
veo las lunas pasar con estos ojos,
con estos ojos que ya siento viejos,
que peinan las luces,
que caen sobre si mismos,
meciéndose en su propia verdad...

Rubén G.Barreiro

En una noche cualquiera.

En esta noche,la lluvia surca las ventanas
y se filtra incluso por la piel,
las musas,inmóviles,
permanecen tan distintas sobre los barcos de papel.
Melancólica es la madrugada del poeta,
busca en cada estrella una cura a sus dolores de cabeza,
pasión es el compás de su corazón,
y el sentimiento es la tinta de sus venas.
Guarda en cada bolsillo una intimidad,
y en cada verdad un poema,
en el mundo entero es su nacionalidad,
y en la palabra,está su bandera.
Que bellos vuelan los silencios se dice
si son buscados,no si se posan
a oscurecer el alma con intenciones de desalmado.
Que bellos resuenan los ecos de buscar saber,
como triste también es saber que por mucho que,
nunca es demasiado.

Lo mejor de la experiencia,es lo peor de hacerte viejo.

Rubén G.Barreiro

Mientras asi sea.

Mientras las gotas de agua dibujaron círculos
en la superficie de los océanos,
mientras seres marinos sintieron
la incertidumbre de su presencia,
mientras cae la última hoja caduca,
de tus hombros,rozando vagamente la melena,
mientras ésta música erice en el alma
una danza siempre jóven y entera.
Mientras los vientos sigan doblando
las esquinas decididos y firmes,
mientras bajo cada farola sea rumoroso el amor
y el aliento cálido impaciente vibre,
mientras toda flor a perfumar su luna aspire,
mientras el gallo,contento y azul,
amanezca por siempre asi de libre.
Mientras que el sudor merezca la pena,
mientras se ensanchen los vínculos con manos que se estrechan,
mientras el humano aun no sea blanca piedra,
mientras imaginar siga permitiendo a cada hombre,
ser el hombre que ese hombre quiera.

Rubén G.Barreiro